A UNA RAZÓN
Un golpe de tu dedo sobre el tambor descarga todos los sonidos e inicia la nueva armonía.
Un paso tuyo. Y es el alzamiento de los hombres nue¬vos y su caminar.
Tu cabeza se vuelve: ¡el nuevo amor! Tu cabeza gira, - ¡el nuevo amor!
«Cambia nuestros lotes, criba las plagas, empezando por el tiempo», te cantan esos niños. «Eleva no importa adónde la sustancia de nuestras fortunas y nuestros anhe¬los», te ruegan.
Llegada desde siempre, tú que irás por todas partes.