Fucile, Rodolfo


RODERAS

A la derecha el alba de estío despierta las hojas y los vapores y los ruidos de este rincón del parque, y los talu¬des de la izquierda conservan en su sombra violeta las mil rápidas roderas de la ruta húmeda. Desfile de encan¬tamientos. En efecto: carros cargados de animales de ma¬dera dorada, de mástiles y de lonas abigarradas, al galope tendido de veinte caballos de circo jaspeados, y los niños y los hombres sobre sus más asombrosos animales; - veinte vehículos repujados, empavesados y floridos como carrozas antiguas o de cuentos, llenos de niños emperifo¬llados para una pastoral suburbana. - E incluso ataúdes bajo su dosel de noche irguiendo los penachos de ébano, pasando al trote de grandes yeguas azules y negras.